viernes, 10 de diciembre de 2010

Pisando fuerte.


Un día, cuando menos lo pensaba, salió el sol. Y lo que antes parecía tan oscuro y tan triste se convirtió en algo seguro y bueno. Lo que hasta ese momento la aterraba pasó a ser el motivo por el que seguir adelante. Y sus ojos claros deslumbraron al mundo. Se maquilló, después de mucho tiempo sin hacerlo. Labios rojos, un beso al espejo y salir por la puerta. El vestido rojo que tanto la gustaba. Una trenza a un lado, para que el pelo no moleste. Pisando fuerte, con tacones del mismo color que los labios. Del mismo color que el corazón.

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