jueves, 22 de abril de 2010

Casos de la vida.


Al principio, parecía un juego de niños. Luego, empezó a ser algo más serio. Él le decía que la amaba. Y ella, infeliz, lo creía. Creía todas sus mentiras. Todas sus estupideces. Aceptaba todas sus peticiones. Pero él era diferente a los demás hombres. Él no era apropiado para ella. Aunque a ella eso le daba igual. La primera vez que hicieron el amor fue complicado. El lugar escogido fue en la casa de él. En esa casa compartida por su mujer y su hijo. Él estaba más nervioso incluso que ella. No por ser descubiertos, sino por esa sensación. Esa sensación que tienes al principio, cuando haces algo mal. Pero ese hecho de "hacerlo mal" se convirtió en rutina. Incluso ella se hizo amiga de la mujer de su amante. Al final, lo único que quedó de ella era el recuerdo. El recuerdo de su comportamiento anterior. Antes de conocerlo a él. Antes de entregar su vida a una relación sin futuro y sin sentido. Pero ella, según parecía, así era feliz.

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