domingo, 23 de mayo de 2010

Envidia.


Mira hacia un lado. Descubre a una pareja dándose un apasionado beso y la envidia la envuelve. Porque sí, ella es muy feliz cuando él tiene detalles bonitos. Cuando lo ve y siente esas lindas mariposas en la boca del estómago. Pero hay algo que la destroza. El pasotismo desmesurado que él tiene hacia los pequeños detalles como decirle un "te quiero". Y eso le hace mucho daño. Porque quiere sentirse aún más especial de lo que él consigue que se sienta. Porque necesita saber lo que él siente de vez en cuando. Unas bonitas palabras susurradas en un buen momento. Lo que realmente él debería demostrar y no lo consigue.

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