viernes, 21 de mayo de 2010

Imperfecciones.


Simplemente, imperfecta, con todo lo que eso conlleva. Ella lo sabe, pero no le importa. ¿Para qué ser perfecta? Serlo sería demasiado aburrido. Y, así, con sus grandes o pequeñas imperfecciones, es feliz. Porque no se podría alcanzar nunca la perfección absoluta. Es demasiado complicado llegar a ella. Siempre hay algo, una mínima tontería, que hace que ya no seas perfecta. Por eso, intentar serlo es agotador. Y como ella no quiere ser perfecta, es aún más perfecta. Porque sabe que si quisiera acercarse a la perfección lo podría hacer, pero prefiere ser normal. Ser una chica más. Esa es su cualidad más especial, el querer ser ella misma y no lo que se debería ser.

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