lunes, 14 de febrero de 2011

Podría ser peor.


¡Qué fácil es decir lo que todo el mundo quiere oír! Sonreír con simpatía, preguntar qué tal aunque no te importe, aparentar ser buena persona. Y, en el fondo, ¿qué? En el fondo todo es putrefacción y escoria, en el fondo sólo somos corazón, sangre y tripas. Que mis tripas no son más bonitas que las de nadie. Que las tripas de esa persona a la que odias no son peores que las tuyas.
Pero tampoco hay que alarmarse, ¿para qué? La vida es eso. Seguir sonriendo aunque sepas que ocurren desgracias a tu alrededor, intentar ser feliz aunque por dentro sientas un gran vacío. Toca la guitarra con una melodía melancólica y sincera, pensando en todas aquellas personas que realmente sufren. Porque tú, amigo, tú no sufres. Simplemente te quejas de las tonterías que te suceden. Siempre hay cosas peores y, cuando no hay nada peor de lo que te ocurre, al final sacas una sonrisa pensando que podría ser peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario